Vete al infierno con Saints Row Gat out of Hell

Saints Row

Que mejor para iniciar el día que con muchos disparos, asesinatos y pleitos, acompañados de la visita de nada más y nada menos que el mismísimo Diablo, pues así se inicia la partida con Saints Row Gat out of Hell.

En esta entrega veremos al líder de los 3rd Street Saints metido en un predicamento y será nuestra misión salvarlo, y es que luego de morir su alma fue llevada al inframundo y el Diablo ya le ha echado el ojo para casarlo con su hija Jezabel y no es para menos ya que él ha tenido una verdadera reputación en la tierra de ser el peor de lo peor.

Que mejor manera de salvar a nuestro líder que con nuestro viejo amigo Dane Vogel, y para llegar al infierno no se me ocurre una mejor forma que por medio de una típica Guija en un cumpleaños, y aquí es nuestro punto de partida.

Pero bueno hablemos de lo que encontraremos dentro de este juego, veremos que el infierno está dividido en 5 secciones que son las cuales deberemos recorrer, allí veremos toda clase de edificios que van desde enormes rascacielos envueltos en llamas hasta discotecas abarrotadas de todas las almas en pena que se encuentran en el infierno.

En cuanto a la mecánica de juego, nos encontramos con prácticamente lo mismo que en sus ediciones anteriores, las cuales van desde disponer de poderes arcanos, convertir a nuestros enemigos en roca o bien hasta la invocación de duendecillos perversos que harán el trabajo sucio por nosotros.

Como parte fuerte de este modo de juego destaca la posibilidad de hacer mejoras al armamento e incrementar el nivel de nuestros súper poderes.

La diversión y la emoción no falta en el momento de jugar a Saints Row Gat out of Hell tendremos horas y horas de disparos y asesinatos asegurados, y esto junto a las casi perfectas gráficas que hacen de este juego una experiencia casi religiosa o más bien dicho DEMONIACA.

No puedes perderte Saints Row Gat out of Hell y vive la emoción en tu consola favorita, pero asegúrate de tener mucha comida disponible porque una vez que empieces no querrás parar de jugar.